Las apariencias son importantes en los negocios, y a veces las decisiones de los clientes se basan en componentes irracionales. Por ejemplo, algunas personas desconfían de trabajadores autónomos y prefieren tratar con empresas más grandes, que asocian (erróneamente) con mayores garantías. Por eso, aunque trabajes solo, te puede interesar aparentar ser grande.

1º- Una web muy profesional

Hoy en día por muy poco dinero te puedes montar una página web profesional muy elegante y profesional. Si cuidas este detalle, un cliente que visite tu sitio tendrá la impresión de que está tratando con una empresa con muchos medios, sea o no el caso.

Al contrario, todavía hoy en día hay bastantes webs de empresas medianas o incluso grandes que dan una imagen muy poco seria, porque usan tecnologías y presentaciones arcaicas. En el momento en el que publico este artículo, la web de Mercadona sigue siendo para mi uno de los ejemplos más sorprendentes de una compañía enorme con una página muy pobre (al nivel de presentación).

2º- Cuida tu aspecto

Es la misma idea que para tu web, pero está vez tú eres la vitrina. Si vas a una cita con un cliente vestido muy informal, sin afeitar (para los hombres), no solo parecerá que vienes de una empresa pequeña o que estás a tu cuenta, sino que encima proyectarás una imagen de descuido y de poco profesionalismo.

No solo se trata de ir en traje y corbata (o vestido con la ropa adecuada para tu sector), sino también de cuidar los detalles como los accesorios (cartera, ordenador, teléfono).

¡Cuidado! Aunque el aspecto es importante, tampoco se trata de proyectar una imagen demasiado exagerada. Si pareces muy rico es posible que el cliente piense que tus servicios van a ser muy caros y que estás ganando demasiado. Hay que buscar un equilibrio.

3º- Emplea el plural

Si en lugar de hablar en primera persona hablas en plural, remplazando el “yo” por un “nosotros” cada vez que sea necesario, darás muy fácilmente la impresión de una gran empresa. Considerando que la mayoría de los profesionales autónomos se tienen que apoyar en otras personas para algunos aspectos de sus negocios, tampoco es una exageración muy grande.

4º- Asóciate con otros profesionales

Si trabajas solo, seguro que hay cosas que te gustaría poder ofertar a tus clientes pero que no puedes porque no lo puedes hacer todo. La solución es muy sencilla: ponte en contacto con otros profesionales y organiza ofertas conjuntas. Aunque todos en realidad seáis autónomos, de cara al cliente podéis presentar un frente común y parecer una empresa grande.

5º- Alquila un despacho

Igual trabajas desde casa, y no quieres (o no puedes) recibir a tus clientes en tu domicilio. Para eso tienes varias soluciones. O te pones de acuerdo con algún otro profesional para poder usar sus instalaciones de vez en cuando, o directamente te alquilas un despacho. Hay empresas especializadas que lo hacen por tiempos muy variados, desde unas horas hasta el alquiler mensual pasando por fórmulas de unos días o semanas.

6º- Opta por una sociedad mercantil

Aunque la decisión de elegir entre autónomo o sociedad debería ser principalmente fiscal y legal, también puede influir el tema de la imagen. En lugar de ser autónomo puedes ser el único socio accionista de una sociedad limitada. Para muchos proveedores y clientes, el estatuto jurídico de sociedad mercantil es una garantía, y está claro que así aparentarás más ser una empresa grande.